miércoles, 2 de octubre de 2013

Inquietud a cuatro bandas


Es de sobra conocida la situación por la que pasamos desde hace un tiempo los funcionarios en este país. Con la falta de previsión y la mala praxis del anterior Gobierno del Presidente Rodríguez Zapatero, se sufrió la enésima congelación salarial y el primer recorte en el sueldo de este colectivo de la historia. A raíz del siguiente cambio de Ejecutivo, y tras descubrirse el pufo de déficit real del Estado ocasionado por el anterior gobierno, se promulgaron con carácter de urgencia las medidas de congelación del salario, además de la supresión del complemento extraordinario de Navidad en 2012; medidas éstas excepcionales llevadas a cabo con el fin de intentar cuadrar las cuentas y con el propósito de ser reembolsadas por medio de beneficios fiscales y repuestas una vez se empezase a ver alguna mejora en el sistema nacional de cuentas. La hemeroteca no miente y el pasado 24 de octubre el Presidente Rajoy anunció en el pleno del Senado la reposición de las pagas extraordinarias de Navidad ya en este año; además de prometer que en cuanto pudiera mejoraría la situación de dicho colectivo, al que ya se le había pedido un "notable esfuerzo".

La sorpresa ha saltado esta mañana con las noticias, y mi preocupación se ha acrecentado cuando, la Consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía ha afirmado que no descartaba volver a recortar los salarios de los funcionarios andaluces, así como llevar a cabo la supresión de las pagas extras. Volvemos entonces a encontrarnos con dos maneras de hacer política. La de aquellos, que dadas las difíciles circunstancias intentan desde Madrid arreglar el problema que ellos no provocaron, pero que se encontraron al llegar al Gobierno, intentando perjudicar lo menos posible al ciudadano y llevando a cabo un ejercicio máximo de compromiso con el futuro estable de nuestra nación. Y la de aquellos, compañeros de partido de los artífices de la nefasta situación nacional y herederos de la mala situación por la que pasa Andalucía, que se empeñan en seguir recortando servicios con el fin único de mostrarse ante la opinión pública como víctimas de una política coyuntural diametralmente distinta a la suya, y gracias, que desde Madrid trata de hacer encaje de bolillos en esta España autonómica (para muchos paradigma de la utopía federalista necesaria) que anda a varias velocidades económicas según el símbolo del gobierno autonómico que les toque a los ciudadanos.

Mi cuádruple preocupación entonces es:

-¿Dónde están en Andalucía esos sindicatos de clase que tanto se movilizaron cuando Rajoy suprimió la paga de Navidad en 2012?

-¿Qué argumentos esgrimirá la Junta cuando Rajoy reponga la paga extraordinaria a los funcionarios estatales este año?

-¿Hay derecho a que un mismo colectivo a nivel nacional como es el funcionariado sufra la mala gestión del gobierno autonómico que le toque en suerte o desgracia?

-¿Seguirá habiendo entre la ciudadanía individuos a los que les parezca no solo bien, sino además necesaria, la rebaja del salario de los funcionarios, dado el carácter indefinido del contrato de los mismos?

Las respuestas en las próximas entradas de la realidad.

PD Agradeceros a todos los que me leéis y disculpas por la espera veraniega. Semanalmente un comentario más sobre la actualidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario